Un River flaco: 1 gol en 3 partidos.

River ha disminuido drásticamente su promedio de gol en los últimos partidos. El equipo que hasta hace dos semanas prometía vulnerar los arcos contrarios con facilidad, hoy está sufriendo la sequía que no sufría desde el arranque del torneo pasado. Justamente, en estos partidos, el equipo de Gallardo también disminuyó su calidad de juego. ¿Casualidad o causalidad? 

Foto: Pasión Monumental

Luego de este flojo 0 a 0 con Boca, aparece una mini-estadística que si bien no es demasiado preocupante, es cuanto menos un llamado de atención: River ha marcado solo un gol en los últimos 3 partidos (Funes Mori ante Olimpo). Es algo llamativo, si se toma en cuenta la etapa dulce de River, cuando ganar por un gol de diferencia era visto como "poco".

Lo lógico de estos números es que se corresponden con las pocas jugadas de gol del elenco millonario, que han sido casi nulas. Justamente, si uno se pone a pensar en los partidos ante Estudiantes, Olimpo y Boca, no se recuerdan remates que hayan sido contenidos por los arqueros ni tiros en los palos ni nada por el estilo.

Lamentablemente, el miedo del principio del torneo se volvió realidad: la seguidilla de partidos pasó factura a los jugadores de River, que ven mermado su físicio y su rendimiento. Ya no se ve la presión ni la velocidad para ejecutar las jugadas que pusieron a River en la punta del campeonato y Semifinales de la Copa Sudamericana.

El lado positivo es que a pesar de esta ventaja que otorgó River a los perseguidores no significó que lo alcancen. A pesar de haber perdido el invicto, los de Gallardo siguen en la cima del campeonato, y están a un triunfo de saltar a la Final de la copa. Si River encuentra la forma de recuperar un poco de su nivel anterior, tiene grandes chances de lograr los objetivos del semestre.

Por eso, a pesar de la mini-racha negativa que atraviesa el Más Grande, todavía se permite soñar con recuperar las 3 G y el juego que hizo que el mundo futbolístico admire a River y que los rivales tiemblen cuando ven la Banda Roja en frente. Es el último esfuerzo, es la recta final, es el último puñado de partidos para quedar en la historia. Vamos, no nos quedemos.