Pánico escénico

Y si, River sufre, desde hace varios años, miedo de volver a la cima, miedo a volver a ser. Nuevamente desperdició una chance inmejorable de trepar a lo más alto del torneo, tras un partido regular en Córdoba que no estuvo a la altura de las circunstancias y que se caracterizó por la falta de contundencia y de ideas del Millonario.

Antes del encuentro, los efervescentes hinchas que esperábamos ver el partido desde la TV Publica nos preguntábamos: ¿Le pesará a River calzarse el mote de candidato? ¿Podrá un equipo falto de dinámica como River romper las dos líneas de cuatro de Belgrano? ¿Cavenaghi mejorará su nivel? ¿Ilusionarse o no ilusionarse?

 Una vez en marcha el encuentro, nos topamos con un River que supo dominar casi todos los tramites del partido logrando una correcta distribución del balón y un gran compromiso de cada uno de los jugadores, viendo acciones como la de Lanzini marcando o Cavenaghi yendo a buscar el balón al mediocampo. Obviamente, esta situación no se dio desde el principio ya que le costó 15 minutos poder acomodarse y entender cómo se debía disputar el partido. Y en esos primeros minutos, a River le costó el primer gol de la noche tras una bochornosa distracción de los centrales, sobre todo de Maidana, que no supieron marcar al jugador pirata que termino cabeceando solo. Por suerte, minutos más tarde, Lanzini le hizo honor a las 10 que lleva en su espalda y le metió un pase magnifico a Teófilo para que marcara el empate, en una discutida jugada por un presunto planchazo del colombiano.

 Tras esos 15 minutos, en donde River buscaba aun su rumbo futbolístico, se veía en cancha a un equipo que entendía, aprori, como debía jugar ante el pirata. Esto se observaba claramente cuando River tenía la pelota, ya que mostraba un fondo con Balanta, Maidana y Ledesma, mientras que en la mitad de la cancha, se mostraban como opciones Vangioni y Mercado, sumándole a esto que Carbonero se solía cerrar para dejarle lugar a Mercado por el sector derecho. Dicha cuestión le permitía al millo no solo tener la pelota, sino la generación de un circuito de juego que permitía generar sorpresa.

 Sin embargo, pese a la buena distribución táctica de los jugadores, el equipo de Ramón no supo generar suficientes situaciones de gol como para lograr marcar, a pesar de los buenos destellos de Lanzini y Carbonero y los buenos movimientos de Teo y Cavenaghi. Además de los movimientos en ataque destacados, vale resaltar la firmeza de Balanta y Maidana en cada contrataque de Belgrano.

 Ya en la segunda parte, el panorama fue otro, el equipo de Ramón Díaz se topó ante un rival que le salió a comer los pies y no le permitió hasta los 20 minutos iniciales pisar cómodo en campo contrario. El equipo de Zielinski claramente supo cortar los circuitos de juegos, generándole a River varias situaciones de gol e impidiéndole la posesión de la pelota que le podía permitir a River destrabar el encuentro.

 También, vale aclarar, parte de la falta de dominio del partido se generó ante los bajos niveles de Vangioni, Carbonero, Rojas y Cavenaghi quienes no tuvieron su mejor noche. Sumándole a esto que los cambios de Kranevitter y Funes Mori no fueron muy fructíferos, porque se observó al volante central muy nervioso y poco preciso y a Ramiro poco amable con el trato de la pelota.

 Finalmente, el encuentro terminó en derrota tras el lamentable error de Marcelo Barovero, cara visible del pánico escénico, y de Fernando Etchenique, en una jugada que dará de comer a los medios en la semana. Lo único cierto, es que así como a River hoy lo perjudicaron, antes lo favorecieron, por lo que como bien dijo Ramón Díaz: "No hay que quejarse y hay que pensar en el próximo partido".

 De esta manera el millonario perdió la chance de candidatearse como candidato serio al mediocre Torneo Final 2014 y nuevamente generó varias incertidumbres en la tribuna: ¿Vangioni debe seguir siendo titular pese a no jugar bien hace ya un año? ¿Quien reemplazará a Lanzini? ¿Rojas volvió a la normalidad? ¿Cavenaghi debe mejorar su físico para seguir como titular? ¿Mercado o Vega?

 Preguntas que deberá responder el DT en la semana. Una semana que le demandará mucho trabajo para levantar a un equipo que seguramente le habrá caído la derrota como una fuerte trompada anímica.