¡Que lindo es volver a verte, River Plate!
https://paladarmillo.blogspot.com/2014/07/que-lindo-es-volver-verte-river-plate.html
Terminó el mundial en el que durante un mes vimos a los mejores jugadores del mundo y del momento. Un mundial en el que todo el país se tiñó de celeste y blanco y fuimos todos un mismo equipo. Un mes donde alentamos a Gago, Orión y Maxi Rodríguez sin importar sus colores en el fútbol argentino. Un mes hermoso, emocionante, conmovedor.
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Se me hacía imposible mirar a la selección y no ver en Demichelis a aquel pibe de 21 años con los guantes puestos reemplazando a Comizzo, esperando un tiro libre que era letal y jugandose la vida por la banda roja.
Se me hacía imposible no ver en Mascherano a aquel hombrecito de 21 años recibiendo una patada en el pecho por la Copa Libertadores, mientras continuaba el partido a pesar de estar sin aire y con dos costillas fisuradas.
Se me hacía imposible no ver en Higuaín a aquel muchachito de 18 años convirtiéndole dos goles a Boca y dejando en ridículo a toda su defensa.
Se me hacía imposible no ver en Augusto Fernández a aquel joven de 22 años que ganó el título con River en 2008.
Se me hacía imposible no ver en Mascherano a aquel hombrecito de 21 años recibiendo una patada en el pecho por la Copa Libertadores, mientras continuaba el partido a pesar de estar sin aire y con dos costillas fisuradas.
Se me hacía imposible no ver en Higuaín a aquel muchachito de 18 años convirtiéndole dos goles a Boca y dejando en ridículo a toda su defensa.
Se me hacía imposible no ver en Augusto Fernández a aquel joven de 22 años que ganó el título con River en 2008.
Mientras el Mundial pasaba, la Argentina avanzaba. La hinchada albiceleste copaba todo estadio en que le tocaba jugar a la selección y a mí se me ponía la piel de gallina cada vez que veía una camiseta de River en esas tribunas. Será porque extrañaba al Millonario, o tal vez porque siento que el fútbol argentino es eso, los colores de cada día. Admito que mi corazón se tiñó de celeste y blanco, pero mi sangre siempre siguió siendo roja, como la banda que nos cruza el pecho.
Escuchaba hablar de Messi, Neymar, Müller, Ronaldo, Benzema y Robben, pero en el fondo se me inundaba la cabeza de pensamientos de quien llegaría a River como refuerzo, de como sería la nueva era Gallardo, de como les iría en la pretemporada y que después de todo el Mundial se vendría el choque con Ferro por la Copa Argentina.
Amor, de eso nadie se olvida, pueden pasar días sin ver a tu verdadero amor pero siempre se lo recuerda y siempre se lo quiere seguir enamorando. Por eso, en todo este mes tuve la camiseta con la banda roja doblada arriba de la mesita de luz, ella desde ese lugar me veía dormir y contemplaba mi sueño, que se repetía día a día. Era siempre Messi levantando la copa del Mundo, pero se mezclaba con las imágenes de aquellos 5 goles a Quilmes.
River no desapareció durante el último mes... y la casaca sigue ahí, lista, en la espera del 16 de agosto para volverla a usar.
¡Que lindo volver a verte River Plate!
