"Al Rojo Vivo" por Pablo Lavallen

Como en otras épocas, este River despertó el comentario de protagonistas y espectadores. Sí bien la ilusión de ver un gran partido está latente en ambos bandos, veremos como están fundadas esas esperanzas de quedarse con tres puntos que pueden empezar a marcar una tendencia en el presente torneo.

Por el lado de River, las esperanzas están fundadas en el gran funcionamiento colectivo que este equipo de Gallardo ha demostrado en cada partido que le tocó jugar; sea por el torneo que sea, con el rival que sea y donde sea. La gran performance de los de Núñez está fundamentada y trabajada alrededor de un gran despliegue físico y futbolístico que consta de movimientos previamente establecidos, pareciendo ser inspiración repentina, pero que requieren de una gran coordinación por parte de cada jugador.

A pesar de obtener muy buenos resultados en cada compromiso, los jugadores como el cuerpo técnico han preferido bajarle los deciveles a los elogios recibidos por propios y extraños, demostrando que ese paladar negro, del cual siempre se jacto el simpatizante de River, está una vez más a flor de piel. A tal punto, que el último partido vs. Godoy Cruz, a pesar de un 2-0 justo, el entrenador millonario dejó ver en sus declaraciones una sensación de inconformidad en el funcionamiento de sus dirigidos.

Por el lado de los de Avellaneda, las cosas parecen ser al reves. Sí bien los dirigidos por Almiron han cosechado una buena cantidad de puntos, los rendimientos no fueron tan contundentes ni convincentes como los de River, asi como sus resultados no muy justos obtenidos vs. Olimpo y Banfield, este último jugado por Independiente con un jugador más desde el 1° tiempo.

Sí hablamos del juego del Rojo, rápidamente los que nos viene a la mente es el permanente cambio de jugadores y de variantes en los parados tácticos que Almiron ha ensayado desde el primer partido.

¿Certezas? el buen momento de Mancuello, las apariciones de Pisano (cuando juega), el gran momento del ruso Rodríguez y no mucho más. Su línea defensiva de 3 convertida en 5 cuando defiende, no ofrece una gran firmeza, es más... parece ser su gran debilidad, con 2 carrileros que hacen el recorrido de toda la banda (80mts.) que muchas veces no alcanzan a sumarse ni en defensa, ni en ataque. 

Veremos que dibujo táctico decide utilizar este Independiente que desde el juego no ha convencido, ni aún a sus propios hinchas. Queda poco para ver sí esa línea de tres que para muchos es muestra de un equipo ofensivo puede sostener los embates de un equipo de ataque "ancho" como el de Gallardo, que pretende abrir las defensas ocupando muy bien los espacios.

Sin dudas las palabras de esta última semana por parte de los Diablos rojos han intentado equilibrar las fortalezas mostradas hasta hoy por ambas escuadras, pero este juego no es de palabras, es de estrategias, de convicciones, de compromiso e identidad colectiva, de juego asociado, de variantes ofensivas y fortalezas defensivas.

Es el juego de las palabras las cosas parecer estar equilibradas, en los hechos y presentaciones futbolisticas las cosas están claramente a favor de River, pero esto es fútbol, todo puede pasar en '90 minutos y cuando empieza a rodar la pelota, las palabras se las lleva el viento.