La hincha más famosa

La "Gorda Matosas" fue, y continúa siendo, un símbolo de la hinchada. Siguió a River a todos lados alentando al equipo y exigiendo el buen juego que la historia del club requería.

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Mucho antes de que esta "cultura del aguante" actual legitimara a las barrasbravas y les permitiera adueñarse de las tribunas, los clubes de fútbol tenían líderes en las gradas que -por carisma y no por violencia- se hacían cargo de comandar a las hinchadas y organizar el aliento. La Gorda Matosas fue durante décadas la cara de la parcialidad Millonaria.

Haydée Luján Martínez era una mujer físicamente enorme, con modales bastante alejados del estereotipo de dama porteña de mediados del siglo XX. Recorrió todo el país y visitó todas las canchas alentando al Más Grande. Insultaba a los rivales y se enardecía como ninguna cuando las cosas no iban según lo esperado.

Cuenta la historia que Martínez recibió un día una camiseta de manos del uruguayo Roberto Matosas, un crack riverplatense de la década del 60. Ya conocida en el ambiente del hincha por seguir al club a donde fuera que jugara, Haydée se enfundó en la camiseta de Matosas en el resto de los partidos a los que asistió. Por la conjugación de su contextura física y el nombre del dueño original de la casaca rojiblanca, surgió el apodo de "Gorda Matosas", apelativo que hoy por hoy está en la memoria colectiva de los riverplatenses.

Ya afectada su salud por los problemas de obesidad que la aquejaban, más complicaciones pulmonares por su adicción al tabaco, la Gorda desoyó a los médicos que le recomendaron abandonar su máxima pasión y por más de 10 años se las ingenió como pudo para estar, siempre fiel, junto al club de sus amores. Finalmente falleció pocos días después de obtener la Libertadores de 1996.

Cabe remarcar que, pese a la verborragia e insultos varios que la caracterizaban, esta fanática siempre fue acérrima defensora del paladar negro que llevó a River a ser lo que hoy es. Por esto, es un gran ejemplo que quedará en la posteridad como modelo a seguir para todos aquellos que llevan una banda roja que les cruza el alma.