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El tercer ciclo de Ramón

Durante 10 años lo pedimos. Un año y medio duró su tercer paso por River con buenas y malas, peleando títulos, haciendo papelones, trayendo jugadores buenos como innecesarios, problemas con la barra y dirigentes. Todo eso y más en 4 capítulos de Paladar Millonario.

Capítulo 1: El Regreso

 Daniel Passarella, en una maniobra desesperada por su reelección, decidió traer a alguien que, según la gente que lo rodeaba, NUNCA iba a ser DT de River bajo su mandato. Pero tras la esperada salida de Almeyda, se reúne más de 2 hs. con Ramón para convertirse en el nuevo técnico del club.

 Arranca en la última fecha del torneo y le gana a los sanjuaninos, comienza la ilusión que todos los hinchas habíamos perdido hace años.

 "Yo soy solado de River", dice el Pelado, a diferencia de los últimos entrenadores que dijeron "Soy un soldado de Passarella" y "Con DAP voy a la guerra". Su primer medida fue pasar la escoba y limpió a River de la mediocridad de Vella, Arano, Vega y Ríos. Sumados a la llegada de Vangioni e Iturbe y la aparición de Balanta, el equipo de Ramón peleó el campeonato y terminó solo detrás del campeón a 3 puntos de Newell's. Tambien le dio confianza a un "borrado" por Almeyda como el Lobo Ledesma, que terminó siendo fundamental en sus 3 torneos. 

 El primer acto "desagradable" para los hinchas de River fue el "yo no me fui" a orillas del riachuelo. Además, sumamos la forma en que subestimó la Copa Argentina siendo eliminado y haciendo un papelón frente a Estudiantes de Caseros. Pero el equipo de Ramón clasificó a la primer copa internacional después de varios años sin pensar siquiera en ellas: la Sudamericana.

Capítulo 2: Elecciones 

 En uno de los semestres más complicados de la historia de River, todos pensábamos en una cosa: lo que iba a pasar en diciembre de ese año. Pero el Pelado volvió a pasar la escoba y pisó fuerte con la decisión de borrar a Trezeguet, que venía de marcar solo 3 goles en primera pero fue fundamental en el ascenso. Otro de los limpiados fue Leandro González Pirez, destacado por hacer penales cada vez que jugó, y Gustavo Bou, Mauro Díaz, Luciano Abecasis y Walter Acevedo. Más las salidas de Cirigliano e Iturbe.

 Las decisiones a la hora de incorporar fueron polémicas. El primero en llegar fue Osmar Ferreyra, que venía de descender con Independiente pero es amigo de Emiliano, conocido por haber conseguido el título en CASLA. El segundo fue Carlos Carbonero, que llegaba de Arsenal y tuvo un pésimo torneo. El tercero fue el más pedido por el Pelado desde hacía 6 meses: Jonathan Fabbro, y es hasta el día de hoy que no demostró nada en el club. El 4to fue el de mejor rendimiento desde su llegada hasta la actualidad: el colombiano Teófilo Gutiérrez. Pero la polémica siempre estuvo, ya que Teo es conocido por ser un jugador problemático. Y el último fue, sin dudas, el pase que más ruido hizo en el fútbol argentino, pero no por lo buen jugador, sino porque Carlos Menseguez venía de estar 2 años sin jugar por una lesión y su situación con Emiliano y Ramón es similar a la del Malevo. Inexplicable.

 Lo dicho, con la cabeza puesta en las elecciones, fue el torneo más flojo de la historia de Ramón. Solo se destacó Barovero y algo de Vangioni, sumado a la aparición de Kranevitter, y River sacó apenas 21 puntos y terminó en un pobrísimo 17° puesto, sin contar la derrota del clásico en el Monumental.

 Dentro de todo hizo un papel aceptable en la Copa Sudamericana eliminando a San Lorenzo y los ecuatorianos, pero siendo apabullado por un Lanús que se consagraría campeón jugando realmente bien.

 La frutilla del postre fue el ridículo contrato que firmó con el ex presidente a solo días de dejar su cargo. Los números eran realmente exagerados, teniendo en cuenta la situación económica del club. Cosa rara en la que el pelado se prestó para eso.

Capitulo 3: La Gloria 

 Ya sin Passarella, Ramón y su cuerpo técnico se vieron en jaque porque la nueva dirigencia no lo quería. En su momento hablaron de Bielsa, Gareca y hasta el Muñeco Gallardo. Le pidieron que use algunos jugadores que no quería y le informaron que otros que ya borró tendrán que volver, como Trezeguet. Un claro ejemplo fue que tenga en cuenta a Ponzio, aunque él les dijo que no encajaba en su proyecto y, a pesar de esto, Ramón lo puso en las primeras fechas. El volante central termino dando lástima, por lo que el DT lo limpió a los pocos partidos y no volvió a ir siquiera al banco. 

 La primer medida de los recién asumidos fue, justamente, anular ese contrato que firmó con DAP y se borró la sonrisa de Ramón por primera vez desde que arrancó su 3° ciclo. Si bien le respetaron el tiempo por el cual había firmado, los numeros bajaron considerablemente.

 El DT aceptó las condiciones de D'onofrio y compañía. No hay plata para comprar y, aunque pidió dos refuerzos de jerarquía, solo llegó Cavanaghi. Además del Torito, la otra incorporación fue Bruno Urribarri, un entrerriano de 27 años proveniente de Colón que quedó libre por falta de pago al pasar uno de sus peores momentos la institución santafecina. Bruno jugó apenas un puñado de partidos en reserva y después vivió entre lesión y lesión. Aunque estuvo Daniel "el Keko" Villalva, que decidió quedarse a a pesar de ser el 6° delantero para el DT. Después jugó poco, pero rindió.

 Bottinelli y Mora dejaron el club, a pesar de que el ex presidente había comprado a este último recientemente y River había pagado casi 3 millones de dólares por el mediocre "defensor". También le pidió a Lanzini que se quede, a pesar de tener una oferta millonaria desde Arabia, y les dio confianza a dos que venían teniendo un nivel muy bajo: Carbonero y Mercado. Ambos terminaron siendo fundamentales en el título.

 Las alegrías arrancaron en el verano, ganando 2 de los 3 superclásicos y casi todo lo que jugó. Sin doble competencia y con un campeonato corto, arrancó con un pie en falso. Ganó en la primera fecha, pero luego empató con Central y perdió con Godoy Cruz y Colón. Los más pesimistas ya veíamos un panorama negro en este semestre, pero Ramón supo encontrarle la vuelta a los partidos de local y ganó todo lo que jugó en esa condición tras la derrota con el Tomba.

 A pesar de haber ganado muy poco de visitante, consiguió solo 2 triunfos. ¡Pero qué triunfos! El primero nada más y nada menos que en el superclásico, 3 de 4 en el año, sobre la hora y después de 10 años sin ganar en el riachuelo. El segundo fue en la fecha 18, cancha de Argentinos, con un Bicho ya descendido, pero que dejó a River a un paso del título.

 Pero no todo fue color de rosas este semestre. Ramón metió la pata con el "Quiero agradecerle a la gente y principalmente a Los Borrachos Del Tablón", declaraciones desafortunadas tras un gran triunfo frente a Rafaela. Estuvo en la cuerda floja, la dirigencia se contactó con otros técnicos con la idea de que de un paso al costado, pero todo quedó en la nada. El Pelado pidió disculpas y el resto es para el olvido.

 Ramón decoró su paso por River con 3 victorias consecutivas, le ganó a Quilmes 5-0 y se consagró campeón tras 6 años de sequía y 1-0 a San Lorenzo en la Superfinal, consagrándose Supercampeón del año. Ganó todo lo que tenía que ganar, casi todo vs. el club de la ribera, todos los clásicos y todas las finales para cerrar un primer semestre maravilloso, ganando, gustando y goleando vs. el Cervecero.

Capitulo 4: La Salida

 Ramón no estaba contento, a pesar de haber haber conseguido todos los objetivos de este semestre. Sabía que jugadores fundamentales de este plantel se van a ir. Carbonero, Teo, Balanta, Lanzini o Chichizola, tienen un pie más afuera que adentro para la segunda mitad del año, sumado a que los dos jugadores que le interesan para que vuelvan al club es casi imposible que lleguen hoy. La dirigencia habló desde el principio de "Un torneo de transición" para después del mundial y el pelado quiere pelear todos los torneos que juega. No llegó a pedir ningún jugador, ya sabía que esto iba a pasar y llegó al día de ayer con la idea de irse con el "objetivo cumplido". Le devolvió a River la gloria y al hincha la alegría, cosas que parecían haberse perdido tras más de 10 años de gestiones nefastas. 

 Todos sabemos de su fuerte ego. Siempre se sintió maltratado y menospreciado por esta dirigencia. Con un equipo sin grandes nombres, sabiendo que varios se van y que pocos llegan, sintió que había cumplido su tercer ciclo. Se va campeón y puede volver cuando alguien se lo pida.

 Aceptó haber cambiado el perfil. Aceptó poner a Ponzio (tuvo razón y después lo borró). Aceptó que le trajeran a Urribarri. Aceptó que no haya venido D´alessandro. Aceptó no hablar en la cena del campeón. Aceptó que Enzo tuviera bastante poder en el mundo River. Aceptó no cobrar lo que había arreglado con DAP. Aceptó no ser lo más importante en este proyecto y ser una pata más. Aceptó no ser el primer nombre para esta dirigencia. Aceptó haberse mandado un moco hablando de la barra (hay investigaciones y escuchas). Pero no acepta todo esto junto en menos de 6 meses, no aceptó que a pesar de no haber un peso esta dirigencia no le de importancia al proximo semestre. “A los dirigentes les recomiendo, que sepan que la gente va a querer que el equipo siga ganando. River es así”, y por eso dio un paso al costado.

Gracias por todo Ramón, con aciertos y errores nos devolviste la alegría. Te esperamos pronto.

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