Supervictoria histórica en la Bombonera

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En un partido intenso y complicado en el que se jugaba mucho más que 3 puntos, River se impuso contra el histórico rival en un Alberto J. Armando que explotaba: fue 2 a 1 y el equipo de Ramón se quedó con el superclásico, cortando la racha de 10 años sin ganar en La Boca.
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foto: Télam |
Por la banda izquierda xeneize, Insúa, Sanchez Miño e incluso Riquelme ocasionaron las chances más claras del conjunto local, desbordando y tirando centros a Gigliotti, en un sector en el que Carbonero no aportaba casi nada a la marca y Mercado se veía superado casi siempre por los jugadores del rival. Por la parte de River, las pocas aproximaciones al arco de Orión se veían frustradas por malas resoluciones en el último toque, entre ellas, un cabezazo de Teo que se fue por arriba del travesaño y un buscapié de Cavenaghi que Rojas no pudo puntear cuando entraba por el segundo palo. Agustín Orión prácticamente no tuvo trabajo en el primer tiempo.
Ya en la segunda parte, River empezó a hacer méritos para llegar al área rival, hasta que a los 12' del complemento vino una gran apilada de Balanta y una buena combinación con sus compatriotas Carbonero y Teo Gutiérrez que le cedió la pelota a Lanzini en el área. Manu se vistió de Saviola y definió con mucha calidad por arriba de Orión.
River se imponía en el marcador y jugaba mejor que los de Carlos Bianchi. Sin embargo, en el mejor momento de River, Mercado cometió una falta al borde del área al Burrito Martínez luego de una gran jugada del delantero xeneize y el encargado de ejecutar el tiro libre no podía ser otro: Román Riquelme. El 10 de Boca, como en sus mejores épocas, colocó la pelota suavemente en un ángulo mientras Barovero la miraba, sabiendo que era imposible de atajar. Así, a los 23' del segundo tiempo, los primos empataban el partido y le dieron un baldazo de agua fría a todo el equipo de La Banda, que perdió el buen juego que había encontrado en lo que iba de la etapa final.
El resto del partido se hizo completamente de ida y vuelta y fue más choque que juego, pero ambos demostraban querer ganarlo. El ingreso del Keko Villalva por Teo Gutiérrez le dio movilidad al ataque. También ingresó Kranevitter por Ariel Rojas y tuvo un buen rendimiento. Cuando faltaban 5 minutos para el tiempo cumplido, Lanzini desbordó por la izquierda y Hernan Grana lo cortó, tirando la pelota al córner (aunque, luego, se vería en la repetición que el último en tocarla había sido Lanzini, aunque fue imperceptible para el árbitro Pitana). Él mismo se encargó de patear el tiro de esquina que quedará en la historia: La pelota fue al área chica y Orión quiso salir a rechazarla pero Ramiro Funes Mori se le anticipó con un salto magnífico y cabeceó al arco vacío. Impensado pero real, Funes Mori le dio una victoria histórica a River sobre la hora en La Boca.
Lentamente, los últimos minutos se fueron consumiendo y el triunfo se materializó: River 2, Boca 1, en la Bombonera repleta de hinchas boquenses que enmudecieron, perplejos, viendo como el Millonario llegó a la hazaña de cortar una racha de 10 años sin victorias en su estadio y se colocaba a tan sólo 1 punto de Colón, mientras que el club de la ribera queda muy relegado ya de la lucha del campeonato. Es cierto, River no jugó del todo bien, y algunos fallos arbitrales lo favorecieron, pero nada le quita el mérito a esta victoria soñada, en la que el equipo superó una prueba de carácter que hasta ahora le había sido esquiva. Entrega, victoria, desahogo, ilusión: Así está River, y con lo que tiene, se mantiene en pie. ¡Festejemos, que de esto, Boca no se olvida! ¡Disfrutemos, que hoy el Millo está de fiesta!