Triunfo clave en lo anímico

Con más contundencia que buen fútbol, River se llevó el Superclásico que le permite encarar la segunda parte del torneo más relajado y con el ánimo en alza.

Foto: Ole.com.ar

 Hay un famoso axioma futbolero que dice que los clásicos hay que ganarlos, sea como sea, se juegue como se juegue. El triunfo de River esta tarde en la Bombonera no fue la excepción a esa frase, ya que si bien los dirigidos por Ramón Díaz no mostraron un rendimiento superlativo, la clave para ganar el encuentro estuvo en la eficacia para concretar las chances de gol, la inteligencia para manejar los tiempos del partido y la fortaleza mental para recuperarse del cimbronazo que significó el empate parcial de Boca, pero sobre todo para jugar en una cancha repleta de hinchas locales.

 Como aspectos positivos, se destacan la sobresaliente actuación que tuvieron los mediocampistas encargados de recuperar la pelota, Ledesma y Rojas, y la movilidad de los delanteros para desmarcarse o buscar asociaciones que permitan quebrar la defensa rival. Además, la seguridad de Barovero fue fundamental una vez más para que ciertas arremetidas ofensivas de Boca no trajeran mayores consecuencias. La paciencia a nivel colectivo también fue muy importante, ya que si bien River en todo momento intentó llevarse la victoria, no se desesperó en la manera de buscarla y eso dió sus frutos.

 En cuanto a factores negativos, las principales deficiencias del "millo" tuvieron que ver con las dudas e imprecisiones en defensa, y con la falta de contundencia a la hora de dar el último pase para asistir a los atacantes. A nivel individual, el mejor del fondo fue Balanta, aunque el jugador que se llevó todos los laureles fue Funes Mori gracias a su tanto convertido en la agonía del partido y que sirvió para traer los tres puntos a Núñez. Algo similar sucedió con Lanzini, de flojo primer tiempo, pero con una gran levantada en el complemento que fue coronada con un lindo gol que dio sello definitivo a una destacada jugada colectiva. Sin embargo, al 10 todavía le falta explotar más su faceta de asistidor.

Por último, cabe destacar el coraje con el que los jugadores de River afrontaron el compromiso de esta tarde ante el eterno rival. A cara de perro, como deben disputarse este tipo de partidos. Además, la victoria de hoy les permite encarar lo que resta del campeonato con mayor tranquilidad y el ánimo en alza.