El fideicomiso es un instrumento financiero muy interesante
que permite obtener financiación de aportantes privados, en la cual se separa
del patrimonio de la entidad una cantidad determinada de activos que serán los
que respondan como garantía del cumplimiento de las obligaciones de pago
asumidas. El objetivo del Fideicomiso parecía claro; saldar esta defectuosa situación económica.
El dilema, desde un comienzo, está en cómo se arma este
instrumento, cuáles son las condiciones, quiénes participan y qué garantías se
ponen sobre la mesa.
La realidad es que jamás se conocieron algunos de los
detalles del fideicomiso, como los aportantes del mismo, y sus montos, algo que,
si bien podría no hacerse público por temas de seguridad, si deberían saberse
entre Vocales de la Comisión Directiva y Representantes de
la Asamblea, y estar a disposición del socio que solicite dicha información.
Inclusive, un tema no menor en la aplicación del Fideicomiso, es que el mismo
se puso en marcha ad hoc antes de su paso y aprobación por parte de la Asamblea
de Representantes.
Esta herramienta financiera, que fue finalmente aprobada en
la última Asamblea del 25 de agosto de 2014, se armó en dólares, para una deuda
original en pesos. Por lo tanto el Club se está endeudando en billetes verdes,
que aumentan semana a semana su valor
con respecto a un peso cada vez más devaluado. ¿Cuál es
la percepción de la economía argentina que tienen los dirigentes de River como para animarse a tomar esta clase de riesgo? ¿O será que ellos no toman ninguno?
La preocupación que genera a futuro, y en la cual todos los
hinchas y socios deberían recalar, es que una deuda de este tipo, habiéndose
producido ya una gran devaluación en enero de 2014 (12,56% en dos días), y con un futuro incierto
sobre la economía de nuestro país, es
una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento.
El punto para poner sobre la mesa es: ¿por qué una deuda contraída en pesos por las gestiones anteriores, la
tratamos de saldar con un fideicomiso en dólares?
La realidad es que se está dolarizando la deuda de River
cuando no se sabe siquiera cuál es el valor real de dólar en la actualidad. Sumado
a esto, el retraso cambiario que demuestra la diferencia del dólar oficial con
el blue prevé dentro de poco una nueva fuerte devaluación.
Otro de los temas graves son las garantías puestas sobre la
mesa para los aportantes privados, que son de un costo a futuro realmente
elevadísimo para River. Entregar el 30% de los ingresos por las cuotas de
Socios, y el mismo porcentaje en publicidad, televisación, ventas de plateas y palcos, y el 10% en transferencias de jugadores, parece un disparate. Se está rematando
ingresos a futuro de River en áreas vitales que lo ponen a merced de los pocos
aportantes de este Fideicomiso. Quienes ingresaron al
actual Fideicomiso tienen en sus manos el futuro de River y de todos los socios.
Pareciera ser que el presente Fideicomiso beneficia a
algunos pocos, en detrimento de muchos otros. Porque cuando se arma una herramienta
con estas características debemos preguntarnos: quiénes son los beneficiados de
la aplicación de un instrumento con estas peculiaridades. Curiosamente el famoso Anexo A que contiene los nombres
de los aportantes y las cifras jamás se dio a conocer, y por tal motivo hubo varios
Representantes de Socios que lo exigieron cuando este inciso del documento les llegó
a sus manos totalmente en blanco.
Además cuando se habla de aportantes privados, se debiera
analizar quiénes son, y cuánto aportan. Fuentes oficiales contactadas por
Paladar Millonario manifestaron que los aportantes son actuales dirigentes.
Esto ya se ha revelado a través de diferentes canales, no oficiales, pero que
confirman lo mismo: varios de los aportantes privados del Fideicomiso en
dólares son miembros de la actual Comisión Directiva.
Esta situación genera
un profundo conflicto de intereses ya que hay una evidente incompatibilidad de funciones cuando
dirigentes que llevan adelante la administración de una entidad, son también sus
principales prestamistas.
Ahora, en lugar de generar un fideicomiso con un monto que
no resuelve el pasivo del Club (de 550 millones de deuda), cerrado a una elite de
aportantes que son dirigentes y sus allegados, atado al valor del dólar y con
una garantía altísima… ¿No hubiese sido mucho más efectivo y transparente realizar
un fideicomiso abierto a todos los simpatizantes, hinchas y socios de todo el
país para que cada uno aporte en la medida que pueda a través de donaciones
voluntarias?
Las deudas no son buenas ni malas, depende para qué se las
use. Si la deuda se toma para mejorar infraestructura o adquirir terrenos y propiedades que quedarán para River es una cosa. Pero endeudarse
en dólares para saldar deuda es muy distinto.
Este Fideicomiso "a
medida" parecería ser para unos pocos aportantes que saben que se beneficiarán ante
una segura devaluación que escalará el valor del dólar.
El reloj corre y la bomba
explotará, es cuestión de tiempo.