La última semana larga, y la más importante

En 6 días, River será el anfitrión del Superclásico n° 193 de Primera División. En la que será la última semana larga del Millonario, todo el mundo riverplatense se mentaliza en recibir al rival de toda la vida en casa, donde mantiene una linda racha, sumada al invicto del campeonato. ¿Por qué la última semana larga? Porque, si sigue con vida en las copas, jugará cada tres días hasta el fin del semestre.

¿Es distinto? ¿Es especial? ¿Es más importante? Este clásico tiene un gusto especial, un aderezo superior a los demás, un color diferente. Si bien todos los River-Boca son superlativos, en este veremos algunos factores que hace rato no veíamos y harán que el Superclásico del 5 de octubre sea, quizás, el más llamativo de los últimos años.

El primer lugar, el equipo de Gallardo llegará puntero, invicto, y luchando en, lo que decimos, "Los Tres Frentes". ¿Algo más? Sí: River es el campéon (y Supercampeón) vigente. No se da esta situación de forma asidua. Además, lleva una seguidilla de partidos ganados en el Monumental de 12 partidos. Podría decirse que, practicamente, es la mejor manera de llegar a un Superclásico, y más aún recordando lo que sucedió en el último...

Sin embargo, por su lado, los primos no llegan de mala manera. Luego de un arranque paupérrimo con Bianchi, que presagiaba otro torneo avergonzante para los de la ribera, llegó el Vasco Arruabarrena y levantó considerablemente el desempeño del equipo. Boca llega con confianza al clásico luego de ganar algunos partidos y salir del fondo de la tabla, aunque todavía muestra algunos de los malos vicios defensivos de los últimos meses. Aun así, es un Superclásico y no va a ser un partido regalado para el Más Grande.

Dicho esto, hay que considerar las dos caras de la moneda: River tiene una semana "larga" para prepararse para esta edición del partido más lindo del mundo. Esto significa que desde hoy hasta el domingo, puede concentrarse única y específicamente en Boca. Luego del partido del domingo, River empezará a jugar cada 3 o 4 días hasta diciembre, por los partidos correspondientes a las copas Argentina y Sudamericana. ¿Queríamos pelear las tres competencias? Esto es lo que significa ese deseo. Poco descanso y exigencia mayor. Incluso dicho esto, es hermoso el sentimiento de saber que el Más Grande vuelve a ser capaz de ser protagonista de todo lo que juega.

Arranca una semana fundamental, importantísima, especial. Mejor dicho, Super-especial. La semana en que contaremos las horas, tendremos a los colores de River en la cabeza todos los días al levantarnos de la cama y al irnos a dormir, en el trabajo, en la escuela, en la facultad, en el colectivo, en casa, en la calle, en el bar. La semana en que recordaremos momentos de gloria y de tristeza, en que hablaremos con propios y extraños, que discutiremos sobre los mismos temas de todos los años como si nunca los hubiesemos hecho, en que el folclore de nuestras pasiones estará más a flor de piel que en las demás semanas. La semana en que todos los días tendrán un calor inexplicable. La semana más determinante de lo que va de la temporada, la prueba de fuego. 

El Super está a la vuelta de la esquina, y ya empezamos a vivir los últimos días como si fueran los últimos de nuestras vidas. River, corazón, el domingo cueste lo que cueste...