¡Feliz cumple, Mostaza!

El día de ayer cumplió 64 años uno de los máximos referentes del mediocampo de la historia de River Plate. Lamentablemente, en su última visita al Monumental en el pasado clásico que el Millonario le ganó a Racing por 3 a 2, el rubio entrenador pasó inadvertido, quizás por encontrarse actualmente más identificado con el club de Avellaneda que con el de Núñez. Desde Paladar Millonario queremos darle nuestros saludos al jugador que jugó toda su carrera y dejó todo en el Más Grande.

 Reinaldo Carlos Merlo debutó el 21 de septiembre de 1969 en River Plate con 19 años y se quedó a vivir ahí. Surgido de las inferiores del club, el número 5 jugó 15 años en el Más Grande y ganó 7 campeonatos, entre ellos el de 1975, que de la mano de Angelito Labruna cortó con la sequía de 18 años sin títulos. Es el jugador con más presencias en el club (562 partidos), aunque Amadeo Carrizo lo supera en partidos jugados ya que se cuentan varios encuentros en los que Merlo no ingresó del banco. Además, posee el récord por ser el que más superclásicos disputó: 35. Mostaza es eterno.

 En el mediocampo formó uno de los tríos más recordados de la historia del fútbol argentino: Alonso - Merlo - J.J. López. Un dato curioso es que, hasta los 14 años, jugaba de 9 en las inferiores hasta que uno de los primeros ídolos riverplatenses lo vio jugando y le aconsejó: "Usted tiene que ser mediocampista". Esa persona era Carlos Peucelle. Evidentemente, algo sabía "Barullo": El pibe Merlo tomó su consejo y se transformó en, quizás, el mejor 5 que haya visto River. Aguerrido para cortar, correr y cuerpear y, al mismo tiempo, categórico para los pases y la distribución, como debe ser un buen mediocampista central de manual. Siempre tuvo competencia en el puesto y casi siempre ganó (o alternó) la titularidad, hasta que en el año 1984 llegó la hora de retirarse y le dejó la camiseta a otro ídolo como lo fue Américo "el Tolo" Gallego.

 Sin embargo, como técnico no tuvo el mismo éxito en River que el que disfrutó como jugador. Dirigió al Millonario en dos ocasiones -1989 y 2005- en los que no obtuvo títulos y, para colmo, se retiró por la puerta de atrás en ambos pasos. Sin embargo si encontró la gloria como entrenador, pero en otro grande: Racing. Sacándolo campeón en el Apertura 2001, cortó con una racha de 35 años de sequía de títulos de la Academia y se metió también en los corazones de los de Avellaneda, donde hasta tiene una estatua.

 Mostaza es un jugador histórico, considerado un maestro del puesto, multicampeón y que defendió sólo una camiseta en su carrera como jugador: La de la banda roja en el pecho. Sintió los colores como pocos y lo dejó en claro cuando luego de su retiro dijó: “Sabía que era la última vez en que me iba a vestir de jugador de River, pero no me dí mucha manija. Intenté no emocionarme, aunque esto realmente no pude cumplirlo. El aliento de la gent, en todo momento, desde que baje de la concentración hasta que llegué al banco de suplentes, fue increíble. Se me cayeron las lágrimas. Ahí supe que, en realidad, yo jamás me voy a terminar de ir de River”.

 ¡Feliz cumpleaños, Mostaza! Eternamente agradecidos.