River y sus contradicciones: Ramón se fue

La semana pasada estuvo llena de contradicciones. El martes al mediodía se brindó una conferencia de prensa, donde se esperaba aclarar el panorama económico-financiero de River, y a la noche se iba Ramón Díaz.

 Aunque nos dimos el gran gusto de salir campeones y super campeones en la cancha, Ramón se fue. Que Ramón se haya ido no es bueno para River. Mucho menos en este momento.

 Ramón debía ser, sin exagerar, Política de Estado. Es decir, su mantenimiento como DT debía respetarse más allá de quien hubiese ganado las elecciones. Y con el consenso de la gran mayoría de la gente.

 Pero esta gestión no lo vio así porque simplemente no lo cuidaron, no quisieron o no supieron integrarlo a su equipo de gestión, liderado por el secretario técnico, Enzo Francescoli. Por cualquiera de estas causas, su salida es un error grave de esta gestión.

 Aclaramos que, en 6 meses, esta es una gestión que se muestra presente y que hace. También queda claro que alterna buenas, con regulares, malas y muy malas.

 La ida de Ramón generó mucho dolor en la mayoría de los riverplatenses, muchos de ellos jóvenes, que ni siquiera vieron sus mejores momentos como jugador o técnico, pero saben su historia y valoran lo que logró. Se jugó con el sentimiento de los riverplatenses. La catarsis colectiva en las redes sociales fue una demostración del respeto a un ídolo.

 Curioso que la gestión que rescató ídolos del pasado, no haya tratado lo imposible de cuidar a un ídolo del presente como Ramón, que continúa dándole alegrías al pueblo Riverplatense.

 Se escuchó mucho estos días que River está por encima de las personas. Es cierto; como también que son las personas las que hacen River, le dan forma, vida, y en particular nuestros ídolos, con sus virtudes y falencias. Y Ramón es un ídolo, probablemente el máximo de las últimas décadas.

Conclusiones a partir de la ida de Ramón:

1. Va a ser muy difícil para el próximo que se siente en ese banco de suplentes. No hay ni habrá por muchos años alguien con la espalda, respeto y respaldo de Ramón Díaz.
2. Periodismo Anti-Ramón: una parte del periodismo le pegó innecesariamente a Ramón Díaz e hizo una enardecida defensa de la actual Dirigencia. Muchos son los mismos que callaron en la gestión Aguilar.
3. En los medios aparecieron dirigentes explicando la necesidad de tener un técnico que se ajuste al proyecto de esta gestión, un idéntico mensaje al año 2002 cuando también se fue Ramón. Al igual que en aquellos años, nadie explica cuál es el proyecto. 
4. Reaparece la política de vender jugadores para cubrir el déficit del Club. Puede ser una excepción para los primeros meses ante una situación crítica. Pero que no se transforme en un modelo de financiamiento permanente, porque ese fue el modelo de Aguilar.

 Luego de los festejos hubo una semana de muchas contradicciones, en una gestión oficialista en la que conviven muy buenos cuadros y profesionales que son parte de la renovación dirigencial que se viene, con algunas personas que tuvieron una participación negativa en gestiones anteriores pero siguen perdurando. El pasado dirigencial Aguilarista sobrevivió.

 Estas contradicciones, a la corta o a la larga se resuelven. La intriga es saber cuándo, cómo y para qué lado.